ESPAÑOL

“Desarrollé mi nueva vocación”

Después de haberse aconsejado con su Director espiritual, don Cavoli se acercó a la casa salesiana de Rimini donde, durante un coloquio con el Director de entonces, don Gavinelli, recibe en regalo la biografía de don Bosco y las Constituciones de los Salesianos.

La oposición fue muy fuerte por parte de la diócesis para poder dejarla. Pero superados los desacuerdos, se dirigió al noviciado salesiano de Genzano en Roma, donde se encontraban aspirantes y novicios mucho más jóvenes que él.

El 15 de enero del 1922 emite la profesión religiosa, y como hermano salesiano es enviado a la casa de Perugia que estaba en construcción Ahí vive la experiencia pastoral juvenil por tres años, nutriendo en su corazón el ideal de partir a las misiones, al extranjero y después de un coloquio con don Felipe Rinaldi, decide ir al Japón.

De su discurso, me impresionaron sobre todo las palabras: “corren y saltan con los jóvenes”. Y decidí hacer inmediatamente una visita a su Instituto.

(Autobiografía, El manual del director espiritual)



Del obispado, fui a la Catedral para volver a ver aquella Capilla en la cual, seis años antes, había recibido la ordenación sacerdotal, y fijar mi mirada lleno de reconocimiento en aquel simulacro de la Virgen de la Piedad. (…) Pocas veces experimenté una alegría similar y tanto reconocimiento filial hacia la Virgen.

(Autobiografía, Una nueva tormenta)



Ocurrió un día la visita del Rector Mayor de los salesianos, Don Felipe Rinaldi. Me llamó hacia él con aquella dulzura y paternidad que le era básicamente característica, y me pidió si me atrevía a formar parte de una expedición misionaria para el Japón. Respondí con grande, indescriptible entusiasmo.

(Autobiografía: En Peruggia)